miércoles, 11 de abril de 2012

                              Gracias por darme la vida y tu amor incondicional


SE NOS FUE UN DIA COMO ESTE, HACE TRECE AÑOS...

 

Es cierto que los seres humanos sabemos que la vida tiene un final pero eso no evita que nos sintamos mal cuando alguien querido nos deja, lo notamos más cuando lo recordamos el dia que nos dejó, esos recuerdos nos llenan de angustia. Lo único que la muerte se lleva es la parte física, el cuerpo, porque lo principal de la persona que es su alma vivirá en nuestros corazones, en nuestro dia a dia, hasta que desaparezcamos nosotros tambien.


Perderlo ha ensombrecido nuestros espíritus, comprendemos que la existencia comienza y también termina y cuando ella formó parte de nosotros fue intensamente feliz y estamos totalmente seguros de que le dímos lo mejor de nosotros para que se sienta querida y feliz con los suyos... Es normal tener tristeza porque se haya ido; tenemos que ser fuertes y sentir alegría porque por fin su sufrimiento ha terminado, la enfermedad se ha ido y está en paz.



                       

                      El amor de una madre es lo más grande que la humanidad ha conocido.




Un dia como hoy,  la muerte como una sombra inexorable topó  a toda nuestra familia; con el amanecer, llegará la luz de la esperanza que calmará nuestras penas,  tambien recordamos todos los detalles de aquel dia, por ser  un dia inolvidable.


No tener a un ser amado para siempre es muy difícil y penoso; tengamos esperanza y hagamos el propósito de seguir adelante con alegría como ella lo hacía. Pues fueron quince años de intensa felicidad hasta que llegaron aquellos dias de angustia y dolor.

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