martes, 10 de julio de 2012










                                                         10 de julio de 2012



                          "Reflexiones de nuestro entorno"

                            Santiago Martín Engono Esono Nnang, 7 de julio








Para buena parte de los guineanos, incluyendo sus respetivos gobiernos, España constituye la referencia de sus desgracias y eso aunque hoy como ayer, la realidad de este país africano se resuma en opresión, expolio y corrupción masiva.

En la mayoría de los discursos del actual Jefe de Estado hay una parte dedicada a minimizar a la antigua metrópoli. Muestra una especial preferencia por mantener permanentemente un discurso antiespañol. Pese a esta insistencia, muchos compatriotas con una cierta edad y que vivieron en carne y hueso la etapa de la Autonomía, (considerada de "triste memoria" por la cuadrilla que rodea al dictador) si la comparan con los tiempos actuales y tuvieran que elegir entre uno y otro periodo, optarían siempre por la Autonomía y ello por razones ligadas a la moralidad y a la responsabilidad de las Instituciones de aquel entonces.

En la Autonomía se seguían conservando valores patrióticos relevantes, que actualmente se considera una utopía alcanzar. En la Autonomía, a los altos cargos de la Administración Central del Estado no se les consideraba corruptos, ni practicaban la corrupción en las narices de su propia población, ni mucho menos suponían una maquinaria infernal o depredadora de sus conciudadanos como ocurre ahora. En la Autonomía, los hijos no eran utilizados por el Régimen en plaza para vigilar y controlar a sus progenitores y viceversa. En la Autonomía, el hijo de Bonifacio ONDO EDÚ, nunca fue identificado como delincuente internacional por robar a su pueblo y utilizar las influencias de su padre para tales situaciones. No se notaba, por no decir que no existía, como hoy, la discriminación o el separatismo por razones de procedencia, religión o étnia.

En definitiva, se puede deducir, sin miedo a equivocación alguna, que el retraso de Guinea ya no se debe a España, sino a nosotros mismos. Se suele decir que quien dirige crea mentalidad. La mentalidad actual de los guineanos ha sido trazada por los actuales dirigentes. Lo rechacen, o no, es una realidad palpable. El actual estado de primitivismo mental de buena parte de los ciudadanos de este país, sin suficientes elementos comparativos, es resultado de la influencia de su clase dirigente.

En este país, la gente ha perdido la solidaridad. Los asuntos públicos de nuestra Nación, para muchos, constituyen un tabú. La gente se queja pero no se manifiesta, lo que en gran medida alimenta una falsa noción de aparente conformidad, cuando la realidad es otra y nos lleva a preguntarnos, ¿hasta cuándo va a durar este modo de actuar de nuestros compatriotas?

Cuando Obiang apunta con su dedo a España como la principal desgracia que haya conocido Guinea, nosotros decimos que él (junto con todos los que celebran sus "hazañas") es la mayor desgracia de nuestro sufrido y oprimido pueblo. ¿Acaso el nivel de corrupción que se registra en España es comparable al de Guinea? ¿Las ventajas que tienen los ciudadanos de España en los ámbitos de la Educación, Sanidad, Seguridad, Alimentación, Trabajo, Deporte, Condición de la mujer, Convivencia Democrática, Libertad de expresión, etc., pueden ser comparables a las condiciones actuales de nuestros sufridos y miserables compatriotas?

Si los aspectos arriba señalados no fueran suficientes, qué argumentos utilizaría para acusar a nuestra ex-metrópoli, ¿será que España le impide acometer reformas que favorezcan el bienestar de sus compatriotas?.

Tenemos un ejemplo fehaciente en la reciente creación de una Vicepresidencia Segunda, un cargo que no viene recogido en la actual Constitución, pero, a pesar de los pesares se ha puesto en funcionamiento, ¿con qué autoridad moral puede dar lecciones a España en términos de respeto a las leyes?

Por todo cuanto antecede, invitamos a todos los guineanos con capacidad de reflexión, a dotarse como nunca de valores morales y patrióticos que nos conduzcan a la situación que todos anhelamos, sin perder el tiempo en las distracciones que nos plantea este dirigente malintencionado. Uno de los objetivos más claros de Obiang, es que haya muchos tontos en en Guinea para su provecho y el de su hijo que, como es sabido, es ya es el primero de todos.

A. Santiago Martin Engono, es Secretario Ejecutivo de Derechos Humanos y Acción Social en las juventudes de CPDS (JJCPDS) y  profesor de la enseñanza secundaria. Vive en Bata.







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