lunes, 12 de noviembre de 2012


DESDE ANTI-DICTATUS, DEDICAMOS ESTA SEMANA SOLO Y EXCLUSIVAMENTE A LAS MENTES PENSANTES DE GUINEA ECUATORIAL..... "ECOS INTERNACIONALES-LEJOS DE LA PATRIA MADRE...Guinea Ecuatorial" HISTORIAS CONTADAS POR OTROS.


"es el mismo perro con diferente collar"


Eya Nchama Melchor Cruz (nacido el 06 de enero 1945, Kukumankok, Equatorial Guinea) es un político GUINEANO, escritor y activista de los Derechos Humanos.
Eya Nchama estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Él era el jefe del departamento de investigación del Instituto Universitario de Estudios de Desarrollo adscrito a la Universidad de Ginebra, y asesor del Relator Especial de la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos Derechos.  Es el jefe del Servicio de Información contra el Racismo.
Durante su exilio en la década de 1970, Eya Nchama y otros fundaron el ANRD (Alianza Nacional por la Restauración Democrática de Guinea Ecuatorial), que sería la principal oposición a la dictadura de Guinea Ecuatorial. Fue un ferviente opositor de Macías Nguema, teniendo éxito en 1976 para romper el silencio impuesto al sujeto por el gobierno fascista español, entonces, presentar un informe detallado a la Comisión de Derechos Humanos. Después de la caída de Macías Nguema y la sucesión por Obiang en septiembre de 1979, acuñó la frase "es el mismo perro con diferente collar", que le ganó notabilidad considerable.
Algunos años después de su naturalización Eya Nchama fue nombrado jefe del consejo municipal de Grand-Saconnex, cerca de Ginebra, siendo el primer negro en llegar a esa posición en Suiza.







Leopoldo Sedar Senghor y Cruz Melchor Eya Nchama


              Cruz Melchor Eya Nchama,

                 veinticinco años después
                 Gustavo Bueno Sánchez



Conocí a Cruz Melchor Eya Nchama, el autor del libro que el lector tiene entre sus manos, hace ahora veinticinco años, el día primero de julio de 1976, en el impresionante Palacio de las Naciones de Argel. El Frente Polisario nos había invitado a cuatro españoles a participar en una Conferencia Internacional, sucesora del Tribunal Russell, que se esperaba fuera el inicio de una tercera convocatoria de aquel tribunal, dedicada esta vez al Africa. Allí fuimos Antonio Masip Hidalgo (entonces abogado laboralista y presidente de la Asociación de Amigos del Sahara, luego Alcalde de Oviedo entre 1983 y 1991, ahora uno de los adalides del partido socialista en esa ciudad), Emilio Menéndez del Valle (entonces profesor ayudante de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Madrid, luego, durante el mandato socialista, embajador de España en Jordania y en Italia, eurodiputado ahora por el partido socialista), Fernando Mariño Menéndez (entonces profesor ayudante, hoy catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Carlos III de Madrid, catedrático Jean Monnet de Derecho Comunitario y director del Instituto «Francisco de Vitoria») y el que esto escribe, entonces un estudiante, diez años más joven que los anteriores, que hacía dos años había puesto en marcha la editorial que publica ahora este libro, y que en teoría no podía ya salir de España pues debía incorporarse como recluta, una semana más tarde, a cumplir quince meses de prestación militar obligatoria. Allí estaban también Josep Ribera Pinyol (entonces director de Agermanament, una organización dependiente del Arzobispado de Barcelona; hoy director de la Fundación CIDOB, que preside el socialista Narcís Serra) y Antonio Cubillo (residente entonces en Argel, motor del MPAIAC, Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario, que desde 1985, vuelto a España, preside el partido independentista Congreso Nacional de Canarias, una vez recuperado del atentado chapucero que casi le costó la vida en 1977 –de cuya ejecución material se acuso a un mercenario asturiano, a quien el propio Masip se ofreció como abogado defensor cuando fue detenido–).

Cualquier noticia relacionada con Guinea Ecuatorial estaba entonces clasificada, desde hacía ya varios años, como materia reservada. Esto suponía un silencio informativo total en España sobre Guinea Ecuatorial, por lo que representó una sorpresa encontrarnos, entre unos centenares de delegados de todos los países y lenguas, con un simpatiquísimo Cruz Melchor, que hablando español madrileño, era sabedor de nuestra ignorancia sobre su país y enseguida nos puso al día. Guinea Ecuatorial encubría más cosas que una mera curiosidad en la historia de la filatelia española.

Cuatro días más tarde, el 4 de julio de 1976, el mismo día en el que se cumplían los dos siglos de la Declaración de Independencia norteamericana, firmábamos ceremoniosamente todos los asistentes el documento que contiene el original de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos. Fueron cuatro días de solemnes reuniones públicas, con interesantes discursos y estériles discusiones sobre las propuestas, y de nocturnas reuniones privadas, reservadas a los juristas especialistas, que se suponía se limitaban a dar forma técnica a las propuestas, pero que, como es natural, incluía a quienes habían movido los hilos de la convocatoria y sabían los límites en los que se debía mantener la Declaración. Por ejemplo, el artículo 21: «Estos derechos deben ejercerse respetando los legítimos intereses de la comunidad en su conjunto, y no pueden servir de pretexto para atentar contra la integridad territorial y la unidad política del Estado, cuando éste actúa en conformidad con todos los principios enunciados en la presente declaración», incompatible con cualquier forma de secesionismo, y que determina en algunos lugares de España curiosas versiones de la Carta de Argel, donde se ha eliminado sin más ese artículo molesto. (En octubre de 1977, cuando desde la sección asturiana de Liga Internacional de los Derechos de los Pueblos –la organización nacida en Argel– publicamos varios miles de carteles conmemorativos de los diez años del fallecimiento del guerrillero heroico, bajo la mítica efigie del Che Guevara colocamos el texto íntegro de la Declaración de Argel, pero fue necesario colocar una nota al pie de ese artículo 21, en la que se advertía que «este artículo está pendiente de ser ratificado o suprimido...», ejemplo del revoltijo ideológico y la confusión que nos traíamos por aquí entre federalismos, autonomías e independentismos; río revuelto que todavía sigue azotando a España.)

Para alguien con cierta experiencia en las irrepetibles asambleas de una activa Facultad universitaria del tardofranquismo, con exaltadas y sutiles discusiones teóricas y prácticas, tácticas y estratégicas, entre quienes mantenían la ortodoxia de las posiciones clásicas enfrentadas de la llamada izquierda, enriquecidas merced al granizado de grupúsculos resultantes de las sutiles e interesadas infiltraciones procedentes de las distintas sensibilidades eclesiásticas, de los revueltos servicios de la inteligencia del Estado y de los varios poderes extranjeros deseosos de intervenir en la transición post franquista (los Estados Unidos, la Unión Soviética y sobre todo Europa, más Alemania que Francia), el poder asistir a una Conferencia Internacional en la que iban a participar los adalides de los movimientos revolucionarios de todo el mundo, para establecer los Derechos de los Pueblos, suponía la seguridad de poder observar directamente las más exquisitas y elevadas discusiones teóricas, de donde habían de salir decisiones trascendentales para un presente mundial en efervescencia. Pero pronto se desvaneció aquella ilusión. En las comidas y en los pasillos, los corrillos no discutían sobre cuestiones políticas o filosóficas: aquellos representantes de los pueblos se dedicaban a intercambiar información práctica inmediata, a glosar las excelencias de tal o cual ciudad o país en el que se habían visto en una reunión anterior o calculaban visitar pronto, invitados a algún seminario, curso o reunión de adoctrinamiento: que en el Hotel Internacional de Praga había que tener cuidado pues perdían las maletas, que en Cuba había que procurar beber siempre agua mineral para evitar infecciones, que en tales aduanas... Pero lo peor fue descubrir que tampoco había nivel teórico alguno en las discusiones públicas, donde las cosas que se decían y los análisis que se realizaban era tan pedestres que no hubieran sido soportados por la asamblea de Facultad más insulsa. Aquella lección de realismo político fue bien cruda pero también muy útil.

Sólo una persona se destacó por las críticas de fondo que repitió en aquellos debates, que tenían lugar en unas magníficas salas dotadas de traducción simultánea al español, inglés, francés y dos variantes del árabe por lo menos. Y esa persona fue Cruz Melchor Eya Nchama. Fue el único que advirtió que se estaba tratando de los derechos de los pueblos, pero que se había pasado sobre ascuas sobre lo que era un pueblo. Si no se procuraba definir y delimitar lo que se entendía por pueblo, cualquier cosa que se predicase de ellos podría ser entendida de manera ambigua, imprecisa y aun contradictoria; pues era el propio concepto de pueblo aquello que había quedado indefinido, «entre Pinto y Valdemoro». Casi nadie entendió la castiza metáfora de Cruz Melchor, pues los traductores no supieron verterla y tampoco la entendieron todos los que allí hablábamos la lengua, pues al parecer no es fórmula utilizada por el hispanoamericano. Y, por supuesto, aquella petición de profundizar en la Idea de Pueblo fue vista como un detalle molesto e impertinente por quienes sabían perfectamente de lo que estaban hablando, ya que al día siguiente iban a proclamar la Declaración universal de los derechos de los pueblos.

Cruz Melchor ya vivía entonces en Suiza, dedicado a la reorganización y desarrollo de la ANRD, Alianza Nacional para la Restauración Democrática de Guinea Ecuatorial, organización recién salida de la profunda crisis que supuso su tercer congreso. Un mes más tarde, el 8 de agosto de 1976, intervenía Eya Nchama en el V Día de la Cultura, la fiesta estival que se celebraba entonces en Gijón. Y volvimos a encontrarnos al año siguiente, cuando la Liga de los Derechos de los Pueblos celebró su Primer Congreso Internacional en Barcelona, del 8 al 11 de diciembre de 1977. Cuarenta y ocho horas antes el Gobierno prohibió su celebración, con lo que tuvo que celebrarse en una clandestinidad tolerada: el día 8 las reuniones tuvieron lugar en el Monasterio de Montserrat, el 9 y el 10 por la mañana en el convento de los capuchinos, el 10 por la tarde en los locales de la UGT, y el día 11 tuvo lugar una rueda de prensa final en el Hotel Expo. Cruz Melchor representaba ANRD, y estuvieron muchos de los representantes de las organizaciones que habían estado en Argel el año anterior: Frente Polisario, Frolinat del Chad, FLP de Eritrea, OLP y FDLP de Palestina, ANC de Africa del Sur, Frente moro de Filipinas, representaciones de movimientos de Irán, Chile, Argentina, Uruguay, Puerto Rico... Y si en Argel se había contado con la presencia de Ana María Guevara, exiliada en Italia y en la delegación de los montoneros, en el semiclandestino congreso de Barcelona contamos con la presencia de Roberto Guevara.

Ese mismo mes de diciembre de 1977 publicamos en Oviedo el segundo número (y último) de Pueblos en lucha, boletín de la sección de Asturias de la Liga de los Derechos de los Pueblos. Allí puede leerse una entrevista con Cruz Melchor Eya Nchama, que empieza así: «–¿Por qué viene ANRD al congreso de la LDP? –Hemos venido al Congreso porque nuestro movimiento, ya en Argel, fue uno de los miembros fundadores de la Liga Internacional de los Derechos y Liberación de los Pueblos. Me ha gustado venir a España para poder aclarar una serie de confusionismos que hay aquí después de que el Gobierno español el 20 de octubre de 1976 levantó la materia reservada de la información sobre Guinea Ecuatorial. A mi me parece que Guinea Ecuatorial continúa siendo materia reservada. En Asturias, en el V Día de la Cultura, mi intervención fue para pedir al pueblo asturiano que solicitase el levantamiento de la materia reservada, recogiéndose más de 1.500 firmas. La lucha por ese objetivo se empezó en Asturias. Pero, a pesar de que consiguió el levantamiento de "materia reservada", sin embargo, dado el confusionismo de la información que hubo y hay en España, para mí esto significa que, en cierto modo, continuamos en idéntica situación. Por eso quiero colaborar en particular con la Liga de los Derechos de los Pueblos de Asturias y con las fuerzas progresistas en general para ir aclarando este confusionismo.»

Pasaron los años ochenta, pasaron los años noventa, y el 12 de mayo de 2000 asistí como público al acto convocado en el Club de Prensa Asturiana del diario La Nueva España, organizado por la «Asociación Solidaridad con los Estudiantes Ecuatoguineanos en Asturias (ASEEA)», en el que mi amigo Eugenio Nkogo Ondó, profesor de filosofía en León, hablaba sobre «La situación sociopolítica de Guinea Ecuatorial y sus perspectivas de futuro». Volvimos a saludarnos Fidel y otros amigos guineanos, a los que hacía años que no veía, aunque vivimos en una misma ciudad, que además no es tan grande. En aquel acto se mencionó ANRD, y aproveché para preguntar por Cruz Melchor. Me dijeron que seguía en Ginebra, donde hacía poco se había casado. Gracias a internet fue sencillo retomar el contacto epistolar, veintitrés años después, e incluso organizar un encuentro, a finales de agosto, en la estación central de ferrocarril de Ginebra, aprovechando una visita que tenía pendiente al monumento que recuerda a Miguel Servet en el lugar donde le prepararon la hoguera (hoy precisamente al lado de un hospital). Durante la comida surgió la idea de publicar en Pentalfa este libro. En el otoño del 2000 volvimos a vernos, en Madrid, en un viaje que organizó Cruz Melchor para que su mujer, Blondine, pudiera conocer algunas ciudades de España. Y en mayo de 2001 volvió Eya Nchama por Asturias. Incluso el lunes 28 de mayo de 2001, en la habitual sesión de los lunes de la Fundación Gustavo Bueno, nos ofreció Cruz Melchor una lección inigualable sobre las artes prácticas reales de la política internacional, en Africa sobre todo, fruto de su experiencia de años como pacificador de las Naciones Unidas. Ha quedado pendiente otro libro sobre estas partes de la realidad del mundo en el que vivimos, normalmente encubiertas por relatos edulcorados, una vez prescritos los compromisos de silencio adquiridos...

En esos días en los que Cruz Melchor estuvo de visita por Asturias organizamos la imprescindible visita a la Universidad Laboral de Gijón. La sorpresa fue mayúscula cuando Eya Nchama nos informó entonces que él había vivido un mes en ese edificio, en el verano de 1964 (doce años antes del Día de la Cultura de 1976). La joven estudiante encargada de enseñar aquel día edificio tan singular miraba con incredulidad a Cruz Melchor, cuando éste le explicaba que había vivido allí y alguno de sus recuerdos de entonces, como los paseos por la ciudad de Gijón, donde se quedó muy impresionado al ver cómo los asturianos escanciaban la sidra en el vaso. Le pregunté si desde la Universidad Laboral se desplazaban hasta Gijón andando, y su respuesta me sorprendió y dejó todavía más confundida a nuestra joven guía: «–Pero por favor, ¿cómo íbamos a ir andando, si pertenecíamos a la Organización Juvenil Española de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas?: nos llevaban y nos traían en autobús.»

Cruz Melchor Eya Nchama nació el 6 de enero de 1945 en Kukumankok (Guinea Ecuatorial), hijo de Carmelo Eya Ndongo (1905-1981) y de Pilar Nchama Nsué (1914-1961), en la entonces colonia española del Golfo de Guinea. Tenía pues 14 años cuando España transformó sus antiguas colonias del Golfo de Guinea, Ifni y Sahara en unas provincias más del territorio nacional (la ley de 30 de julio de 1959 creó las dos provincias guineanas de Fernando Poo –formada por las islas de Fernando Poo y Annobón– y de Río Muni –constituida por el territorio continental y las islas de Corisco, Elobey Grande y Elobey Chico–). Su familia pudo darle estudios primarios, que realizó en Kukumankok y en San José de Ngwo.

Las nuevas provincias pronto contaron con un Instituto Nacional de Enseñanza Media (creado por decreto de 19 de julio de 1962, BOE 10 agosto 1962), que se estableció en Santa Isabel de Fernando Poo (actual Malabo) y tomó el nombre de «Cardenal Cisneros». Era de carácter mixto y Cruz Melchor Eya Nchama fue uno de los alumnos del primer curso del nuevo Instituto: en una fotografía publicada en este mismo libro, realizada el 10 de enero de 1963, puede verse un grupo de compañeros de estudios donde predominan los apellidos guineanos sobre los peninsulares.

El premio para los mejores alumnos de las provincias guineanas consistía en un viaje a la península, para poder conocer las otras provincias de España. Así en el verano de 1964 estuvo Cruz Melchor, como miembro de la OJE, en la Universidad Laboral de Gijón, y en el verano de 1967, tras haber terminado brillantemente el curso en la Escuela Normal de Magisterio de Santa Isabel, pudo volver a la península y pasar el verano en un campamento de la OJE en Chipiona (Cádiz). El viaje desde Guinea hasta la península se hacía en los barcos «Villa de Bilbao» y «Domine» entre otros, que cubrían las líneas Bilbao-Bata, Barcelona-Bata ó Cádiz-Bata, en catorce días, con escalas en Canarias, Monrovia y Lagos. Una vez en la península, les organizaban una excursión en autobús que recorría distintas ciudades y provincias. Gracias a esos viajes conoce Eya Nchama todas las regiones españolas.

En octubre de 1967 Cruz Melchor inició los estudios del último curso de Magisterio en la Escuela Normal de Toledo, y desde octubre de 1968 a junio de 1973 fue alumno de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, como residente del Colegio Mayor Universitario «Nuestra Señora de África». El Día de la Hispanidad del mismo año en el que inició sus estudios en la Complutense, a las 12 horas del 12 de octubre de 1968, se celebró en Santa Isabel la ceremonia de entrega de poderes que culminaba la transformación de las dos provincias españolas en Estado independiente, siendo nombrado presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Francisco Macías Nguema Biyogo, proclamado diez días antes por la comisión electoral como vencedor de los comicios celebrados a tal fin.

Su primera intervención en público tuvo lugar durante el Quinto Congreso Nacional de la Educación Española (Madrid, 9-13 de noviembre de 1972), y para cuando Cruz Melchor terminó en 1973 sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras (Sección de Ciencias de la Educación), era ya, además padre. El 20 de septiembre de 1972 nació su hija Christel, de su relación con Gloria, nacida en Guatemala, hija de un español y de una alemana, hoy profesora de Psicología en Madrid (el 15 de septiembre de 1997 Christel, licenciada en Ciencias de la Información en la Complutense, convirtió a Cruz Melchor en abuelo, al nacer Anthony Ike).

En el verano de 1974 fue uno de los miembros fundadores de ANRD, Alianza Nacional de Restauración Democrática, dedicándose enteramente a partir de entonces a la actividad política, en sus distintas modulaciones. Se instaló provisionalmente en Ginebra, para estar cerca de las instituciones internacionales que podían intervenir en la vía pacífica hacia la democratización de Guinea Ecuatorial, pero como la situación en Guinea Ecuatorial no ha cambiado mucho, no ha podido todavía volver a pisar el suelo de su país, y desde hace unos pocos años Cruz Melchor Eya Nchama ya no es un refugiado político, sino que es un ginebrino más, dotado de nacionalidad suiza, e incluso la República y Cantón de Ginebra le tiene encomendado un alto puesto, en la Cancillería del Estado. Desde julio de 2000 es Encargado de Misiones del Consejo de Estado de la República y Cantón de Ginebra y coordinador de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de la Ginebra Internacional. Antes pertenecía sólo a la Ginebra internacional, ahora también a la Ginebra ginebrina (aunque alguna vez tenga todavía que sacar los colores a algún convecino recordándole que ni es turista ni le faltan los papeles).

Sus actividades más continuadas en Ginebra han sido las de representante ante las Naciones Unidas del Movimiento Internacional para la Unión Fraternal entre las Razas y los Pueblos (1976-1996) y las de responsable del Grupo de investigación sobre la Historia de Africa en el Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad de Ginebra (1982-1996). Entre febrero de 1997 y mayo de 1999 fue coordinador de la Misión de las Naciones Unidas para la observación de los derechos humanos en Burundi, y allí conoció a Blondine, con la que se casó en 1998. Como Cruz Melchor no habla swahili ni kiniaruanda, y Blondine tampoco habla fang, hasta ahora se entienden en francés, aunque pronto podrán hacerlo también en español.

Tiene el mayor interés repasar la relación cronológica de las reuniones y congresos en los que ha intervenido, de las conferencias o cursos que ha desarrollado, de las misiones en las que ha participado Cruz Melchor Eya Nchama a lo largo de estos años, pues nos permite seguir de manera inigualable las tareas de un activista internacionalista del último cuarto del siglo XX: Conferencia Internacional para la Proclamación Universal de los Derechos de los Pueblos (Argel, 1-4 julio 1976), conferencia sobre la Guinea Ecuatorial a las ONG canadienses (Montreal, 18 noviembre 1976), conferencia sobre la historia de la Guinea Ecuatorial en la Universidad de Northwestern (Evanston, Illinois, 22 noviembre 1976), Seminario sobre la pena de muerte en Africa (Ibadán, Nigeria, 3-8 octubre 1977), conferencia sobre la resistencia africana a la invasión colonial (Barcelona, 12 julio 1978), Conferencia Ministerial de la Organización de la Unidad Africana sobre la situación de los refugiados en Africa (Aruhsa, Tanzania, 7-17 mayo 1979), Seminario sobre los derechos humanos en Africa (Monrovia, Liberia, 8-20 septiembre 1979), conferencia sobre la situación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial (Washington D.C., 8 octubre 1979), conferencia sobre la cuestión del golfo de Guinea (Universidad de Harvard, Boston, 16 octubre 1979), conferencia sobre la situación geo-política de Guinea Ecuatorial (Universidad de Quebec, Montreal, Canadá, 24 octubre 1979), Seminario sobre los efectos que el orden económico internacional injusto que existe actualmente ejerce sobre la economía de los países en desarrollo y sobre el obstáculo que esto constituye para la puesta en práctica de los derechos humanos y de las libertades fundamentales (Ginebra, 30 junio-11 julio 1980), Conferencia de las Naciones Unidas sobre los países menos avanzados (París, 1-14 de septiembre de 1981), conferencia sobre la influencia de la civilización africana en América Latina (Universidad de Dakar, Senegal, 17 diciembre 1981), Coloquio Internacional sobre la protección de los refugiados africanos (Dakar, Senegal, 12-16 diciembre 1982), Segunda Conferencia Mundial para combatir el racismo y la discriminación racial (Ginebra, 1-12 agosto 1983), Coloquio Internacional sobre el estado de excepción y la transición democrática (Buenos Aires, 27-30 septiembre 1984), Coloquio sobre la identidad asociativa en Africa y la participación de las ONG de desarrollo a la vista de un nuevo orden mundial (Bruselas, 21-24 octubre 1984), Primera semana internacional de prospectiva social (Ginebra, 5-9 noviembre 1984), Coloquio sobre los problemas de ATD Cuarto Mundo (Consejo de Europa, Estrasburgo 24-25 noviembre 1984), Seminario sobre el derecho de asilo en Europa (Lausana, Suiza, 15-17 febrero 1985), Coloquio sobre la descolonización, inestabilidad y hambre en Africa, cien años después de la conferencia de Berlín (Bruselas, 7-9 de junio de 1985), conferencia sobre los derechos humanos en Guinea Ecuatorial (Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, Barcelona, 11 junio 1985), conferencia sobre las causas del hambre en Africa (Asamblea anual de la Sociedad suiza de estudios africanos, Ginebra, 26 octubre 1985), Coloquio Internacional de Juristas Amnistía, condición por la democracia en Paraguay (Montevideo, Uruguay, 5-7 diciembre 1985), conferencia sobre «¿Qué es el apartheid?» (Buenos Aires, 10 diciembre 1985), conferencia sobre los derechos humanos y derechos de los pueblos en Africa (Ginebra, 18 enero 1986), Conferencia de las ONG para comenzar el año internacional de la paz (Ginebra, 20-24 enero 1986), Asamblea general del Consejo europeo de los estudios africanos (París, 21-23 marzo 1986), Seminario de las Naciones Unidas sobre la asistencia y la ayuda internacionales a los pueblos y a los movimientos que luchan contra el colonialismo, el racismo, la discriminación racial y el apartheid (Yaunde, Camerún, 28 abril-9 mayo 1986), Coloquio Lebret sobre el desarrollo del Tercer Mundo (Ginebra, 21-24 octubre 1986), Seminario sobre los derechos y la liberación de los pueblos (París, 1-6 diciembre 1987), Seminario sobre el cuadragésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (París, 8-10 diciembre 1988), conferencia sobre el cuadragésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (IUED, Universidad de Ginebra, 14 diciembre 1988), Congreso sobre el desarrollo endógeno (Bamako, Malí, 30 enero- 4 febrero 1989), Seminario sobre el apoyo a la independencia de Namibia (Kiev, Ucrania, 24-27 mayo 1989), Seminario sobre el poder judicial y los derechos humanos en Africa (Banjul, Gambia, 13-17 noviembre 1989), Consulta global sobre la puesta en practica de derecho al desarrollo en tanto como derecho humano (Ginebra, 8-12 enero 1990), conferencias en la Universidad de Verano de La Rábida (Huelva, 13-17 agosto 1990), conferencia sobre la situación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial (Universidad de Cambridge, Inglaterra, 9 febrero 1991), conferencia sobre la esclavitud de los africanos en América (Brescia, Italia, 20 septiembre 1991), Los Encuentros de Barcelona, organizados por el Decano del Colegio de Abogados de la Ciudad Condal (Barcelona, 24-26 enero 1992), Seminario sobre los derechos humanos en Africa (Túnez, 28 febrero-2 marzo 1992), Conferencia sobre la transición democrática en Africa (Dakar, Senegal, 25-28 mayo 1992), participación en la Mesa Redonda sobre la historia de la colonización de América desde el punto de vista africano (Ginebra, 16 julio 1992), Conferencia sobre el panafricanismo (Badagry, Nigeria, 3-8 agosto 1992), miembro de la Misión de Observación del Referéndum y de las elecciones presidenciales en Madagascar (agosto, noviembre 1992 y febrero 1993), Conferencia preparatoria africana para la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Túnez, 1-7 noviembre 1992), Coloquio sobre Cultura, democracia y desarrollo (Dakar, Senegal, 11-17 diciembre 1992), Los Encuentros de Barcelona, organizados por el Decano del Colegio de Abogados de la Ciudad Condal (Barcelona, 22-23 enero 1993), consultor, en calidad de Consejero Especial del Secretario General, en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Ginebra 16 febrero-15 agosto 1993), profesor en el curso sobre el derecho al desarrollo y las relaciones Norte-Sur (Instituto Internacional de Derechos Humanos, Estrasburgo, 26-29 julio 1993), participación en la Comisión Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos (Addis-Abeba, Etiopía, 29 noviembre-5 diciembre 1993), profesor en el Curso sobre derechos humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia (13-17 diciembre 1993), Los Encuentros de Barcelona, organizados por el Decano del Colegio de Abogados de la Ciudad Condal (Barcelona, 21-23 enero 1994), conferencia sobre los derechos humanos como condiciones para el desarrollo de los pueblos (Nancy, Francia, 18 febrero 1994), profesor del Curso sobre el sistema africano de promoción y de la protección de derechos humanos, de la Facultad de Derecho de la Universidad Portugalense (Oporto, 15-18 marzo 1994), participación en el debate Francofonía, lenguas nacionales y desarrollo en Africa (Universidad de Ginebra, 21 marzo 1994), conferencia sobre el papel de la educación para el desarrollo de los pueblos (Ginebra, 15 abril 1994), conferencia sobre la diversidad de culturas y valores universales en el Centro Internacional de Formación para la Enseñanza de los Derechos Humanos y la Paz (Ginebra, 7 julio 1994), Congreso de la Unión Interafricana de los Derechos Humanos (Uagadugu, Burkina Faso, 22 junio-1º julio 1994), Evaluación, por las ONGs africanas, de la Conferencia Mundial de los derechos humanos un año después (Uagadugu, Burkina Faso, 3-10 octubre 1994), profesor en el Curso sobre los derechos humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata (La Plata, Argentina, 8-10 noviembre 1994), conferencia sobre los derechos económicos sociales y culturales (Turín, Italia, 17 enero 1995), Los Encuentros de Barcelona, organizados por Decano del Colegio de Abogados de la Ciudad Condal (Barcelona, 20-23 enero 1995), miembro de la Misión de la ONU para la verificación de los derechos humanos en Angola (Luanda, Huambo, Lubango, mayo-agosto 1995), Seminario sobre el derecho internacional humanitario y los derechos humanos (Universidad de Ginebra, 19-21 octubre 1995), coloquio sobre la Idea de la Universalidad en el día de hoy (Sión, Suiza, 23 noviembre 1995), Los Encuentros de Barcelona, organizados por el Decano del Colegio de Abogados de la Ciudad Condal (Barcelona, 19-21 enero 1996), Seminario sobre el derecho bancario (Ginebra, 2-3 febrero 1996), profesor en el Curso sobre las causas de la crisis angolana de la Facultad de Derecho de la Universidad Portugalense (Oporto, 6-9 marzo 1996), Seminario sobre el patrocinio Empresas-ONG (Vichy, Francia, 6-8 mayo 1996), XXX Congreso de la Unión Internacional de Abogados (Madrid, 4-7 septiembre 1996), Coloquio internacional sobre Africa y las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (Ginebra, 17-18 octubre 1996), coordinador de la Misión de Naciones Unidas para la observación de los derechos humanos en Burundi (febrero 1997-mayo 1999), conferencia sobre los derechos humanos antes y después de la Declaración Universal (Bujumbura, Burundi, 10 diciembre 1997), conferencia sobre génesis e historia de derechos humanos, en el 50 Aniversario de la Declaración Universal (Bujumbura, Burundi, 10 diciembre 1998), consejero especial de la Fundación Devenir (julio 1999-junio 2000).

En este libro ha recopilado Cruz Melchor Eya Nchama un gran número de observaciones breves, escritas aprovechando los tiempos muertos de espera en hoteles y aeropuertos, o mientras viajaba en trenes, aviones civiles o militares, que en su conjunto conforman toda una visión del mundo, la de un ecuatoguineano, español y suizo, arquetipo magnífico de un modelo de militante por la liberación de los pueblos de nuestros días.



                                                      4 de julio de 2001

                                                   Gustavo Bueno Sánchez

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