jueves, 26 de abril de 2012

                                                       26 de abril de 2012     

                LA CARTA QUE NUNCA VIO LA LUZ

Carta de JM Davies a Agustín Nzé Nfumu antes de su cese como embajador de Obiang en Londres




Después de leer el reciente artículo de La Gaceta de Guinea Ecuatorial (número 174, abril 2012) escrito por Agustín Nzé Nfumu, “Cosas que me ocurren: Palabras asesinadas por los hechos” lme vi obligado a enviarle esta breve carta a través de su Gaceta, que seguramente nunca verá la luz del día.

Amigo Agustín:

Bella es tu pluma y magnas tus palabras, mas ni tú ni yo podemos desencorvar el curso del Monstruo. Como bien apuntas y según el dicho de tu entrañable amigo, “las palabras son sucias y traicionan. Obra, porque las obras nunca traicionan y permanecen”, espero que tú y yo tengamos pues la suficiente entereza de no calumniar al que, siguiendo la misma máxima, intente recordarnos que cierto es que las obras nunca traicionan, permanecen. Y así, permanece la obra o la realidad de que en nuestro querido y añorado país, todavía existe la vergonzosa escasez para la gran mayoría de nuestros compatriotas, de agua corriente y potable; electricidad continua y a precio razonable; red vial accesible a los lugares más recónditos del territorio nacional; un sistema educativo, sanitario y deportivo adecuados, amén de la total carencia de una prensa libre, una Sociedad de Derechos, una descentralización de todos los poderes y más.


Amigo Agustín, es loable querer preservar la vida y ayudar al prójimo, y no creo que nadie, con un poquito de sentido común se oponga a ese fin, y tú y yo lo sabemos perfectamente, y por eso ofrezco este reto: aquel tan interesado en preservar la vida y ayudar al prójimo internacional, hágalo primero con sus conciudadanos y veamos la reacción de sus críticos. Utilice ese capital para mejorar la sanidad en la isla de Annobón, socorrer a los necesitados de Lubá, Evinayong, Mbini y más, y, si todavía recibe críticas negativas por tal, yo mismo me uniré a tus gritos para condenar a esos críticos.

No, amigo Agustín, eres lo suficiente sagaz para comprender de qué va la cosa. Permíteme acompañarte en tu magna causa y acusar, como lo he hecho en numerosas ocasiones, a aquellos que con sus turbias razones invadieron Irak y Afganistán, y aún están dispuestos a desestabilizar cualquier otro Estado deseoso de disfrutar de una incondicional mejora para todos sus ciudadanos, pero tú y yo, amigo Agustín, hemos también de sincerarnos y tratar de ayudar a mejorar las vidas de los miles de guineoecuatorianos sufriendo la triste realidad del “progreso” iniciado por Obiang Nguema que nunca parece llegar a los más desamparados y necesitados de nuestra sociedad.

Igualmente, me gustaría recordarte, mi buen amigo, y como bien sabes, antes del petróleo, varios de nosotros ya nos quejábamos incesantemente, no solo de las palabras, sino también de las nefastas y trágicas obras de Macías Nguema y desafortunadamente también de Obiang Nguema. Esas atroces obras de Macías que varios, hasta el mismísimo Obiang Nguema, por las razones que fueran, aplaudían efusivamente hasta que llegó El Gran Día. ¿Recuerdas aquellas fechas?

Lo que no entiendo y nunca llegaré a entender, amigo Agustín, es por qué crees que solo Macías (tío), u Obiang (sobrino), o Teodorín (hijo), son los únicos capaces de gobernar Guinea Ecuatorial. Por qué no un annobonés, o un ndöwé, o un bissió, o un bubi, o un kriô, o tú mismo, o uno de nuestros hijos. Por favor, aclárame ese pequeño dilema.

Saludos cordiales

JM Davies







                       Editado y distribuido por ASODEGUE






                                                 

                    Agustin Nzé Nfumu, en su etapa de Secretario General del  gubernamental PDGE.









1 comentario:

  1. Una carte muy concisa, lastima que no lo poblicaron en la Gaceta de Guinea Rcuatorial... El otro dia tuve una conversación un poco dura con la directora actual de la citada revista.

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